Fex López Álvarez
Hay que convertir toda forma de dolor en una forma de arte
Juan Chávez
No sé cuántas veces he escrito esa frase, y mucho menos sé cuántas veces me he aferrado a ella. Pero siempre la uso; siempre.
Tu también conociste a Juan, sabes lo jodido que era no escucharlo. Él siempre sonreía y siempre tenía razón; siempre.
Me pegaste viejo. Me pegaste muy duro, tanto que por fin voy a escribir con el realismo y simpleza que me exigías todo el tiempo, y es que de repente se me olvidó toda la técnica, y escribo por puro instinto, aunque siempre uso metáforas; siempre.
Voy... Espero que lo leas.
Juramos por el teatro, los de Caracas, y los del viejo Daniel y el viejo Pedro, y los de París, por la toma desenfocada, el plano general de la fotografía, la edición voraz, y la poesía, siempre por la poesía; siempre.
Juramos por la salsa y los cumpleaños en San Ramón haciendo un esfuerzo sobrehumano para hacer perros calientes al estilo de Caracas, siempre Caracas; siempre.
Juramos por los cabellos de Chalbauld, tus manos quemadas en una tramoya, los textos de Chocrón, y tus historias sobre Margot, siempre Margot.
Juramos por la risa de Diego, la dulzura infinita de Daniela, y la guía perpetua de Ruth, SIEMPRE RUTH; SIEMPRE SIEMPRE SIEMPRE.
Juramos por la tierra, nuestro Lidice de callejones empedrados con la José Luis Ramos en la esquina y las soleras verdes en la bodega del portugués al lado de la vereda del tipo que hacía covers de pop venezolano con una guitarra, siempre una guitarra; siempre.
Juramos por los mangos del ICEC, las conferencias en la Cinemateca, las ganas infinitas de de hacer arte como principal método para embellecer la vida, y tus ideas a futuro para con la universidad, siempre la universidad; Siempre.
Juramos por tus brillantes ojos, tu sonrisa siempre noble, la voz de citara, el baile del tono, y los coñazos que le diste a ese vigilante soberbio, para proteger a tu dama, siempre proteger; siempre.
Juramos por el litro de café y los 32 cigarros diarios. Siempre 32 cigarros; siempre.
No me engañas viejo, fuiste más rápido y te nos adelantaste. Como malandro viejo, artista gigantesco, y extraordinario maestro, siempre un maestro; siempre.
Seguiremos aquí y tú con nosotros, como siempre nos enseñaste, porque los artistas viven para siempre; para siempre.

Comments
Post a Comment